Un 20 de junio de 1820 moría un hombre de su tiempo y para todos los tiempos. Lo reconocemos por lo que hizo. Y hoy, por lo que nos dejó. María Fernanda Vassallo, balnearense, historiadora, investigadora de la Posta de Sinsacate y además, actualmente trabaja en la maestría de Ciencias Sociales sobre el Camino Real en el norte de Córdoba, desde la llegada de los españoles hasta las guerras de independencia, nos cuenta quién era este hombre, más allá de ser elcreador de la bandera argentina.
Biográficamente, Belgrano nace el 3 de junio de 1770, en la ciudad de Buenos Aires, hijo de un comerciante y una ama de casa. Eran 11 hermanos, ocho varones y tres niñas. Estudió sus cursos elementales, lo que hoy llamaríamos la escuela primaria, el ciclo elemental de educación, en el Colegio San Carlos de Buenos Aires, en el momento que esta ciudad iniciaba su destino como capital del Virreinato del Río de la Plata .
Si bien nace dentro del Virreinato del Perú, ya en 1776 se forma el Virreinato del Río de la Plata.¡Hasta en eso es importante Belgrano, nace en el Virreinato del Perú y se forma en el Virreinato del Río de la Plata! exclama Fernanda. “Después se va a ir a Europa, a España, enviado por su padre, un comerciante reconocido, con cierto prestigio económico, a estudiar comercio, como él pretendía, pero Belgrano termina estudiando abogacía, lo que realmente él quería. Se gradúa en 1793, a los 23 años”.
La participación en las Invasiones Inglesas lo va a empezar a posicionar como un militar, pero no de carrera. “Esto es importante, él no va a tener formación militar de carrera pero sí, va a tener formación militar de acción”. En Europa se contacta con las ideas que se estaban propagando de la Revolución Francesa, las de igualdad, libertad, justicia. Va a leer textos importantes de grandes ilustrados, y va a regresar en 1794 llamado por el Virreinato para hacerse cargo del Consulado de Comercio, como si fuera hoy la Cámara de Comercio. “Puedo definir a Belgrano hasta 1810 como funcionario de la Corona y desde 1810 hasta 1820 como un hombre de acción por la Patria”, señala.
Según Fernanda, Belgrano es un Padre de la Patria, es un excelente hijo de ella. “Él no quiere ser un padre de la Patria, se conforma con ser un buen hijo de ella”. Fue pensamiento y acción porque todas esas ideas con las que él se va a nutrir en Europa, luego lo convierten en un hombre pensante, una persona luchadora, más allá de la independencia, “en un Belgrano de acción, militar, poniéndole el cuerpo a las batallas, sino también de grandes pensamientos, en torno a la igualdad de las mujeres, para que puedan acceder a la educación”,
“Él va a venir de Europa con grandes ideales educativos, crea la escuela de Matemáticas, de Náutica…Va a tener grandes visiones de igualdad con las comunidades originarias, desprestigiadas por todo el mundo en ese momento, sobre todo por las autoridades virreinales, y después de los gobiernos patrios”
Con respecto a la Independencia, Belgrano va a ser un luchador.”Me gusta definirlo como luchador de la Independencia” porque más allá de tener el Ejército del Norte, después de irse como diplomado entre 1814 y 1816 a Europa, no siempre va a tener esta idea clara, querer a su territorio libre e independiente. Por eso, “él no va a jurar fidelidad a los ingleses, durante las Invasiones Inglesas, entre 1806 y 1807. Por lo que se va a tener que ir a la Banda Oriental “
Más allá de ser un buen líder, Fernanda lo describe como un gran compañero, no solamente de sus pares militares, como Gregorio de Lamadrid o San Martín, sino gran compañero de sus soldados. “Muchas veces, pasaron hambre porque por ahí sus decisiones en contra o en desacuerdo de lo que ordenaba Buenos Aires, ya sea en los triunviratos, en la Asamblea o el Directorio, resultó que se le corte el envío de dinero para mantener sus tropas, y el primero que pasaba hambre era él”.
Con referencia a la bandera, va a elegir distinguir a sus tropas primero con una escarapela y luego con una bandera para que tengan una identidad. “Belgrano no solamente nos legó la independencia, al igual que San Martín y Güemes. Es importantísimo ese legado que él nos deja.”
Pero también, Belgrano fue un olvidado de sus tiempos. “El va a morir, un 20 de junio de 1820 en Buenos Aires, en el momento en que justo se va a desarrollar una guerra civil en la capital, que va a destituir a Pueyrredón como director supremo, y él muere en esos días”. Solamente un periódico va a levantar la noticia de su muerte. “Y muere pobre, porque nunca fue rico”. Cuando gana la batalla de Tucumán y Salta en 1812, que se les da 40 mil pesos oro de premio, él lo va a donar y va a crear escuelas en el norte.
“Eso da cuenta de quien fue Belgrano, un Belgrano de apoyo a la educación, fue un padre de la Patria, fue un hijo de la Patria, un luchador por la Independencia, un propagador de la Igualdad, de la Justicia, de la libertad, un amigo y un compañero de sus soldados”.
Por último, Fernanda destaca que este territorio necesitaba de hombres valientes, que le dieran ansias, esperanzas e ideas de libertad. “Belgrano fue un hombre de su tiempo, en un tiempo y para todos los tiempos. Por eso es un prócer, un padre de la Patria como San Martín y Güemes”.
El paso por Córdoba
En los fragorosos años de la lucha por la independencia y, luego, de la organización de la Nación, Belgrano llegó a Córdoba en varias oportunidades. El antiguo Camino Real que unía el Virreinato del Río de la Plata con el Alto Perú -actual Bolivia- fue testigo de su paso al frente de las milicias patrióticas. Entre 1810 y hasta poco antes de morir, el prócer atravesó esta vía de comunicación en reiteradas oportunidades.
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