Hace ya varios meses que los usuarios de la red vienen lidiando con un servicio que no responde. Llamadas que se cortan, conversaciones en las que “no te escuchan” y una señal que parece jugar al escondite.
Pero el pasado viernes 1 de agosto, Claro sufrió una caída masiva en todo el país, con reportes que comenzaron durante la madrugada y se extendieron por varias horas. La interrupción afectó llamadas, datos móviles y mensajes, y también se registraron problemas en países vecinos como Chile y Brasil.
Hasta el momento, la empresa no emitió una explicación oficial ni ofreció soluciones concretas. Pero ¿qué está pasando?
Se paga un servicio, y lo mínimo que se espera es que funcione correctamente… no tener que subirse a un árbol para poder hablar.

