Luego de un arranque espectacular al segmento argentino del tour “Got Back” el 5 y 6 de Octubre en Buenos Aires, Paul McCartney hizo anoche su último show en Córdoba Argentina con producción de En Vivo y DF Entertainment, ante un Estadio Mario Alberto Kempes colmado de fans de todas las generaciones que volvieron a quedar rendidos ante la magnitud de su talento, la contundencia de su repertorio y su carisma sin par. Fueron más de 35.000 las personas que disfrutaron de un viaje por lo mejor de todas sus facetas y etapas.
En la previa al show, Noti Online estuvo junto a los fans en el Hotel donde se alojaba.
Para dar el puntapié inicial a esta segunda velada, exactamente a las 21 hs Paul McCartney eligió “Can’t Buy Me Love”, canción de los Beatles del disco A Hard Day’s Night publicado en 1964. Continuó con “Junior’s Farm” de Wings y al finalizar esta canción, emocionado por la respuesta del público, se tomó un momento para saludar al público cordobés “¡Buenas noches Argentina! ¡Hola Córdoba! ¿Cómo están culiados?”. A continuación, fue el turno de otra canción de la banda post-Beatles que compartió con Linda McCartney entre los 70 y los 80 “Letting Go”. La idea del setlist de celebrar su repertorio completo se termina de perfilar cuando llega el turno de “Drive My Car” y “Got To Get You Into My Life” de The Beatles, y “Come On to Me”, canción solista que lanzó en 2018 como parte del disco Egypt Station. Este recorrido cuenta con el carismático y siempre fresco Paul que va compartiendo detalles sobre la composición, la época o la inspiración detrás de las canciones que eligió para la noche.
Con los motores ya andando gracias a la curaduría de un setlist pensado hasta el más mínimo detalle y canciones entrañables como “Let Me Roll It”, “Getting Better”, “Let Them In”. Luego interpretó “My Valentine” canción que le escribió a Nancy, su mujer, que se encontraba presente entre el público. Promediando la primera hora del show, comenzaron a llegar los himnos que llevan el sello de Paul como “Maybe I’m Amazed”, de su disco solista McCartney, o algunas de las más celebradas por los beatlemaníacos como “I’ve Just Seen A Face”, “Love Me Do”, “Blackbird” y “Ob-La-Di, Ob-La-Da”. Paul les regaló a los presentes una joya del repertorio para recordar sus primerísimos pasos: el cover que hacían con The Quarrymen –la banda que integraba con John Lennon y George Harrison antes de ser los Beatles– “In Spite of all the Danger”.
El setlist realmente desborda de hits colosales como pocos artistas en el mundo pueden lograr. Por parte de Wings, suenan canciones como “Nineteen Hundred and Eighty-Five” y “Jet”. De su repertorio solista, sonaron “Here Today” (1982), la canción que escribió para homenajear a John Lennon y “Dance Tonight”. Del cuarteto de “los cuatro chicos de Liverpool” como le gusta llamar a los Beatles a Paul, “Lady Madonna”, “Being for the Benefit of Mr. Kite!”, “Something” y “Now and Then”, para desembocar en la inigualable “Get Back”, la canción que le da nombre –juego de palabras mediante– al tour y viste las pantallas del escenario de un sin fin de imágenes de The Beatles que logran emocionar a todos los presentes.
El segmento final terminó de llevar a los más de 35.000 fans presentes al pico máximo de la emoción: los máximos hits, “Band On the Run” y “Live and Let Die”, y las baladas de los Beatles “Let It Be” y “Hey Jude”. Después de más de dos horas de tocar y cantar sin pausas, en conexión plena con su público, Paul McCartney tenía unos bises preparados que dejarían a cualquiera sin aliento. “I’ve Got a Feeling” abrió este momento final, seguido por “Birthday”, “Sgt. Pepper”, “Helter Skelter” y para cerrar, como frutilla de una noche espectacular, luego de agradecer a todo su equipo y a sus fanáticos tocó “Golden Slumbers”, “Carry The Weight” y finalizando con “The End“, la canción de Abbey Road que sentencia “And in the end, the love you take is equal to the love you make” (algo así como “Y al final, el amor que te llevas es equivalente al amor que das”). Para despedirse calificó la noche vivida como “Tonight buenardo” y llenó de esperanzas a todos los asistentes, que los ovacionaban y aplaudían de pie al bajarse del escenario luego de gritar “Hasta la proxima”.