EL PADRE JULIO, RECORDADO POR SU GRAN PREDICACIÓN EN TODA LA REGIÓN.

Era octubre del año 1992, y el Padre Julio Ferreyra fue especialmente el encargado de presionar el detonador para implosionar la Parroquia Virgen del Valle que estaba bajo las aguas en Miramar de Ansenuza.

Es que desde principio de los ’80 el Padre Julio se encontraba en Balnearia y había trabajado mucho pastoralmente en la zona. Desde Altos de Chipión pasando por Miramar, La Para, Marull y Villa Fontana.

“Lo hacía desde su faceta, con el canto, con su buen humor. Era muy buen predicador, realmente sus homilías no tenían desperdicios, era un gran catequista”, cuenta el Padre Raúl Martini. Párroco de Balnearia.

“Era una persona que siempre se formaba. En Europa había hecho dos cursos. Le gustaba leer, y eso se notaba en las homilías que hacía los días domingo. Y así, fue desarrollando su vida Pastoral, desde la perspectiva en la cual fue formado”, agrega.

El pastor que se preocupó de sus ovejas, de sus fieles. “Siempre estuvo muy atento por los enfermos y ancianos, llevando la comunión a los que no podían acercarse hasta la iglesia”, dice el Padre.

” Todo el tema educativo fue su preocupación, daba varias charlas. En el Instituto Santa Teresita tenía mucha participación, con misas, hablando con alumnos y docentes. Además era un gran cantor y compositor. Tiene varias canciones dedicadas a la zona, a Miramar, a los tamberos, a los colonos y a los gringos”, remarca antes de finalizar la nota.

El Padre Julio fue un gran referente en toda la región, desde la ciudad de San Francisco, hasta la provincia de Entre Ríos. Y en estos últimos años en la Parroquia Santa Teresa de Jesús de Calchín, donde decidió ser velado por su voluntad. Sus restos serán sepultados en la Catedral de San Francisco.

Agradecemos al Padre Raúl Martini por sus palabras y a Mariana Zapata por la foto.

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