LA HISTORIA DE UNO DE LOS EMBLEMAS DE MIRAMAR DE ANSENUZA.

Seguramente habrá cientos de fotos de atardeceres y ella aparecerá sobre un costado de la imagen. Nos referimos a la famosa torre que se ve al ingresar a Miramar de Ansenuza, sobre la costanera.

En la apertura de temporada estaba toda iluminada. En la actualidad solo queda la torre como referencia después de la inundación del ’78.

Mariana Zapata, guía del Museo Fotográfico “Dante Marchetti” publicó en sus redes un material muy valioso para todos aquellos que queremos saber más de su historia.

En esta primera parte cuenta…”La torre que se encuentra en nuestro ingreso perteneció al Hotel Copacabana. Hoy conocida como la “Torre del Casino”. Pero mucho antes de serlo tuvo otro origen. A finales de la década de 1940 llegó a estas tierras desde Buenos Aires el señor Enrique Verona. Asiduo veraneante de las playas de Río De Janeiro y enamorado de Copacabana. Comenzó a levantar el hotel que llevaría ese nombre tan particular. Es reconocido este emprendimiento por tener una pista de baile sobre la laguna Mar Chiquita. En ese sector comenzaba o terminaba la primera Rambla de la localidad, por lo tanto para que los huéspedes pudieran hacer uso del sector de baile, tenían que pasar por un túnel, que los protegía del tránsito del momento, toda una novedad”, relata Mariana.


Hotel Copacabana desde el escenario, puede observarse el túnel que da acceso al puente para terminar en la pista. Mariana Zapata

“Cuentan los asiduos bailarines que orquestas de toda la región amenizaban las noches de verano en donde el único obstáculo eran los mosquitos, para los que se quemaba pan del día anterior y con eso se los controlaba”.

“Con la inundación de 1959 la pista y un primer sector del hotel quedaron anegados. Por lo cual Verona vendió la propiedad al señor Antonio Elez (croata) comenzando aquí otra gran historia … “, termina Mariana el relato, asegurando que habrá una segunda parte de esta historia tan fascinante como tantas otras que tiene la bella localidad.






Inundación de 1959 , que se apoderó de la pista de baile. 

Agradecemos a Mariana Zapata por dejarnos compartir su relato y material.

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